lunes, 3 de marzo de 2014

Mil maneras de vivir



Encarcelada mi alma llora lágrimas de libertad ansiada, tropezándose a cada paso mal dado. Luchando en este devenir sin causa. Pues causa yo le pongo si morir no quiero. Adularé al demonio si es necesario, pero la paz de esta guerra encontraré. Te busco en el vacío y no te hallo. Mas no desfallezco, pues te amo. Grito y no me oigo, que dolor tan sordo. Busco y no encuentro motivo de vivir más morir no quiero, no tiene sentido. El sentido eres tú.



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