miércoles, 5 de marzo de 2014

Una noche cualquiera.





Ayer terminé muy cansada del trabajo. Para dar sentido al día me relajé en mi bañera de hidromasaje. Las burbujas de jabón reflejaban los colores del arcoíris. Pero no pude irme a dormir sin antes conectar con mi alma gemela. Navegamos juntos un ratito y me acosté. Tuve un sueño muy raro. Dos de mis peores enemigas aparecían en él como una onírica realidad.
Una vez tuve un novio. Una pesadilla me atormentaba todas las noches; mis intentos por verle fracasaban, alguien me separaba siempre de él. Un día él me dejó. ¿Tuve un sueño premonitorio?, lo digo porque a partir de aquel día la pesadilla desapareció.
Ahora sueño con Nieves y Eva. Intento descifrar el sueño para estar avisada de cómo "estas dos" van a inmiscuirse en mi vida..
Pero alguien dijo alguna vez; "la vida es sueño". ¿En qué sentido? -me pregunto.
Hoy me he despertado alas 7.30 para ir al trabajo. Después de mandar el fax a la empresa de la cooperativa me vino a la cabeza la pesadilla.
Me dice mi amiga Raquel que no haga caso, que los sueños no tienen ningún significado.
Pero los vivo de verdad. Aparecen en el momento más inapropiado. Me incordian.
Ahora estoy en la cocina viendo las noticias mientras como. Rusia, Irán... también me incordian. Y eso si que es una verdadera pesadilla. Que sufren miles y miles de personas. No tengo derecho a quejarme.
Dentro de una hora tengo que volver al trabajo. Seguro que hoy también terminaré agotada. Y volveré a soñar acurrucadita en mi cama.
 Espero que mi subconsciente no vuelva a jugarme una mala pasada. Hoy quiero soñar alegre.

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