viernes, 14 de febrero de 2020

Las carreras



Estaba yo en el supermercado, en la sección de lácteos, indecisa entre unas natillas o una mousse de chocolate, cuando le vi, con su carro repleto de barritas energéticas, rodaba  rumbo a la caja. Dejé de lado los yogures y fui tras él. Lo adelanto por la sección de congelados, derrapo, y  haciendo un trompo me esquiva cogiendo dos barras de pan sin gluten. Se coloca en la pole de Marga, la cajera. Yo tras él. Tras pagar la cuenta, acelero el carro hacia el parking, donde le vuelvo a sacar ventaja. Pero se me atasca la moneda cuando intento dejar el carro. Él sonríe triunfante desde su bólido rojo cuando pasa por mi lado. Yo aún tengo que cargar la compra en mi viejo seiscientos. Aún así, me siento afortunada; no todos los días se le presenta a una la oportunidad de competir. ¡Qué gozo poder romper con la rutina de ama de casa!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario