lunes, 4 de noviembre de 2019

El espejo




Qué bonita es la vida desde el optimismo. Mientas pensaba ésto y otras muchas cosas, daba rienda suelta a su energía, que galopaba en remolinos circundantes alrededor de él. No hacía Reiki, ni lo necesitaba, pues tenía un gran poder y ningún miedo. Avanzaba por la vida con su buen humor a cuestas, y no le pesaba. Un día, mientras paseaba a su perro salchicha, tropezó con Yoni "el penas":
-¡Qué asco de día!- le dijo éste.
-Sí, muy bonito y soleado- contestó aquel.
-No me has entendido, Roberto.
-Te he entendido perfectamente, pero he pasado tus palabras por el filtro de la felicidad  y, en consecuencia, te he respondido.
-¿Me venderías un filtro de esos?
-No, es gratuito. Además, no puede tener felicidad aquel que no la entrena. Te puedo dar algunos ejercicios...
Al escuchar ésto Yoni sonrió.
Empezamos muy bien- se dijo Roberto, y le dio un espejo.
-Mírate todos los días en él, y explícale a tu reflejo por qué eres tan importante. Terminarás con tres palabras amables, que subirás en número, hasta que sólo con mirarte te alegres el día. Además, mirarás al prójimo como si de un reflejo se tratase.
Al poco tiempo comenzaron a llamarle Yoni "el sonrisas".

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